
En el salón de plenos del antiguo ayuntamiento tomó la palabra en primer lugar el Alcalde, Francisco Fernández, quien criticó el hecho de que las mujeres sigan percibiendo salarios menores que los de los hombres en el desempeño del mismo tipo de trabajo. A continuación tomó la palabra el Águeda Mayor, que en el habitual tono irónico de este acto ensalzó el buen hacer de las mujeres y propuso al Alcalde devolverle el bastón de mando a cambio de que les ceda un saloncito en algún lugar para poder reunirse, sin tener que "pasar por caja" cada vez que así lo precisan. Finalmente, tomó la palabra el Águeda de Honor, Mª Dolores Otero, quien en un brillante discurso en verso animó al alcalde a "pedir ayuda" a las mujeres en estos tiempos difíciles.
El León Curioso también se pasó por el evento, regalando en su blog una elegante colección de fotografías.
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